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Todos estamos llamados a la santidad

HOMILÍA DEL VII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO POSESIÓN DEL P. JAIME TUTASI

Por Mons. Alfredo José Espinoza Mateus, sdb

Quito, 19 de febrero de 2023

Vuelvo aquí, a esta querida Parroquia de San Isidro del Inca una vez más. He estado compartiendo con ustedes ya en algunas ocasiones, pero siempre es bueno volver y sentirse acogido y querido por todos.

Y hoy vengo, no solamente para compartir la fe con ustedes sino para posesionar al

P. Jaime Tutasi como su nuevo párroco y Vicario Episcopal de esta gran Vicaría de la Inmaculada Concepción.

La palabra de Dios de este día nos invita a la santidad. Todos estamos llamados a la santidad, una santidad alegre, una santidad de la puerta de al lado y que consiste en “reflejar a Dios, según el pensamiento de Francisco.

Ha resonado el llamamiento del Señor a su pueblo: “Sean santos, porque yo, el Señor su Dios, soy santo”. Y Jesús, en el Evangelio, replica: “Sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto”. Estas palabras nos llegan a todos y nos cuestionan hoy. Estamos llamados a la santidad y esta santidad consiste en imitar la santidad y la perfección de Dios. ¿Es una meta inalcanzable? Es una buena pregunta. ¿Cómo responder?

La primera lectura nos señala ya caminos concretos para vivir esa santidad: “No odiarás de corazón a tu hermano. Reprenderás a tu pariente, para que no cargues tú con su pecado. No te vengarás, ni guardarás rencor… amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

Y Jesús en el Evangelio nos señala claramente el cómo debemos vivir. Debemos hacer una diferencia entre el “Habéis oído” y el “Yo os digo”. El Papa Francisco nos dice al respecto: “Sabemos lo que significaba: a quien te quita algo, le quitarás lo mismo. En realidad, era un gran progreso, porque evitaba represalias peores: si alguien te ha hecho daño, le pagarás con la misma medida, no podrás hacerle algo peor. Que las controversias terminaran con un empate era ya un paso adelante… Jesús fue más allá: “Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia. Pero ¿cómo, Señor? Si alguien piensa mal de mí, si alguno me lastima, ¿no puedo pagarle con la misma moneda? No, dice Jesús. Nada de violencia, ninguna violencia”

La novedad cristiana está en “Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen… Es la diferencia cristiana. Rezar y amar: esto es lo que debemos hacer; y no sólo por los que nos aman, por los amigos, por nuestra gente. Porque el amor de Jesús no conoce límites ni barreras” (Francisco).

Francisco nos dice que, “el Señor nos pide la valentía de un amor sin cálculos. Porque la medida de Jesús es el amor sin medida”. Y eso es lo que hoy te pido a ti, querido Jaime. Ama sin cálculos a tu gente, a esta parroquia, entrégate totalmente a todos. Te aseguro que habrá aquellos que te ofendan, te insulten, te calumnien, esos no faltan en ninguna parte, pero tú, “ama sin cálculos”, vive el “Yo os digo” de Jesús cada día.

Retomo hoy, en tu posesión, unos pedidos a la comunidad, a ustedes, en primer lugar. ¿Qué les pido a ustedes?

AGRADECER al Señor por el trabajo del P. Jorge Villarreal, quien “pasó haciendo el bien” como Jesús.

ACOGER al nuevo Párroco, al P. Jaime, nuevo párroco, quien viene con ilusión y corazón pastoral a trabajar en medio de ustedes.

NO COMPARAR: cada uno es cada uno, cada uno con su cada unada…no digan “el padre tal hacía así”, “siempre se ha hecho así”. Se puede hacer diferente, es más, hay que hacerlas diferentes.

COLABORAR: seguir apoyando y trabajando en beneficio de la Parroquia. Hay un plan y un trabajo pastoral en marcha, hay acciones materiales, no detenerse, seguir avanzando, construyendo la comunidad buscando nuevos caminos porque jamás podemos pensar que hay un solo camino.

ORAR: por el anterior párroco y por el nuevo párroco, y no dejen tampoco, si les queda un poco de tiempo, de orar por mí.

A ti Jaime, te doy los “DIEZ 10 MANDAMIENTOS DEL PÁRROCO”:

SALIR: espiritualidad de salida, el Papa nos pide ser una Iglesia de “puertas abiertas” y tú debes salir, no quedarte sentado, instalado…evangeliza a tu pueblo y CON TU PUEBLO…

TERNURA Y CERCANÍA: esto te compromete a estar en medio de tu pueblo, a darles tu amor, tu corazón de pastor.

ACTITUD DE MISERICORDIA: acógelos, compréndelos, ten ese corazón de misericordia como Dios nuestro Padre.

PREGUNTAR: conocer lo que se ha hecho…pregunta muchas veces, no te canses de preguntar. Pregunta y escucha las respuestas que te den. Debemos ser esa “Iglesia de la escucha”.

RESPETAR: respeta el trabajo realizado por el anterior párroco, no llegar y cambiar, se continúa un proceso pastoral que se ha venido llevando, analiza, estudia, conversa, pregunta y mira lo que se ha hecho.

CREATIVIDAD: poner nuevas ideas, dar iniciativas, poner lo mejor de ti mismo en bien de los demás.

TRABAJAR EN EQUIPO: eres el centro de una Comunidad, no trabajas solo, tienes una parroquia, hay equipos de trabajo, movimientos laicales, fortalecerlos; al respecto una cosa importante. Trabaja para que sea una parroquia abierta a muchos movimientos laicales, no solamente a uno, porque no hay un solo camino para llegar al Señor. En definitiva, debes involucrar a muchos en la labor pastoral.

PASIÓN: pon pasión en lo que hagas…es decir, pon tu CORAZÓN en todo lo que emprendas como párroco. Corazón para con la gente, corazón en tu Eucaristía y en el sacramento de la Reconciliación, corazón con los movimientos eclesiales, catequistas y jóvenes, corazón, siempre corazón. Vive esa “Pasión por la Evangelización” de la que nos habla en estos días Francisco.

ORAR: ora por tu pueblo, ora con tu pueblo, ora siempre…que el Señor sea la fuerza de todo tu ministerio, eres evangelizador, no un funcionario de sacramentos. Recuerda, antes de hablar de Dios a la gente, háblale a Dios de tu gente.

SANTIDAD: y en este servicio llega a ser santo, recuerda lo que dijo San Juan Pablo II: “La Santidad es hacer extraordinario lo ordinario de cada día” Haz extraordinaria tu misión de cada día poniendo el corazón del Señor…camina con fe, sin miedo. Comencé hablando de la santidad y termino hablando de ella. Sé un párroco santo. ASÍ SEA.