El Arzobispo de Quito predicó los Ejercicios Espirituales del Seminario Mayor “San José”
José Colmenárez
La pandemia de la Covid-19 no ha sido un obstáculo para que los seminaristas del Seminario Mayor “San José”, participen de los Ejercicios Espirituales que realiza la Arquidiócesis de Quito cada año. La jornada inició el lunes 01 de febrero y concluyó el viernes 05 de febrero a través de la plataforma zoom.
“Ser discípulos con corazón” fue el tema central del encuentro y en esta ocasión su predicador fue el Arzobispo de Quito, Mons. Alfredo José Espinoza Mateus, sdb, quien durante toda la jornada mostró todo el cariño y la confianza que tiene a los jóvenes que dijeron “sí” a la llamada que les hizo el Señor.
Pese a que los Ejercicios no se realizaron de forma presencial debido al coronavirus, los seminaristas, junto a sus formadores y al Arzobispo, estuvieron unidos con la oración y desde sus casas meditaron sobre las parábolas del sembrador; el tesoro y la perla; el hijo prodigo; y los talentos.
Los seminaristas además han reflexionado sobre: ¿Qué es ser discípulos?; Mirar a Jesús como ideal de vida; Llamados para amar y servir; y María madre y discípula de Jesús.
Han sido cinco días de oración y de encuentros con el Señor. Por la mañana, el rezo de laudes y un texto bíblico con algunas orientaciones para la meditación. A las 10h00 se realizaba la reflexión a través de la plataforma zoom, y por la tarde, los jóvenes hacían la meditación personal y luego participaban de la Eucaristía vía zoom desde el seminario mayor, mientras que por la noche rezaban las vísperas.
El P. Jesús Castillo, Formador del Seminario, destacó que de forma general se notó “un ambiente de responsabilidad personal por parte de los seminaristas y esto se ve reflejado en el diálogo personal que buscan con sus formadores en cuanto a aspectos que les toca el corazón durante el tiempo de ejercicios espirituales”.
“De este modo se confronta la realidad de cada joven con el ideal de discípulo que plantea el arzobispo en base al evangelio y que necesita la Arquidiócesis de Quito”.
