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Arquidiócesis

Inauguran el año de catequesis en la Arquidiócesis de Quito

Quito, 5 de julio de 2021

José Colmenárez

Con una celebración eucarística que tuvo lugar en la Parroquia San Isidro de El Inca, el pasado 2 de octubre, quedó inaugurado el año de catequesis en la Arquidiócesis de Quito. La Misa estuvo presidida por el Sr. Arzobispo, Mons. Alfredo José Espinoza Mateus, sdb. 

Este nuevo año catequético representa para la Arquidiócesis de Quito una esperanza, en medio de la tristeza y el dolor que ha dejado la pandemia de la COVID-19; pues tras casi un año y medio de que se adaptó la catequesis de manera virtual, los niños y jóvenes retomarán la catequesis de forma presencial, privilegiando los grupos pequeños, organizando horarios que eviten conglomeraciones, capacitando a los catequistas en el cuidado y control de las medidas de bioseguridad y haciendo encuentros catequéticos no mayores a una hora y media.

El retorno progresivo a la presencialidad de los niños y jóvenes es el resultado del éxito que ha tenido el cumplimiento de las normas de bioseguridad en las parroquias durante las celebraciones eucarísticas; y luego de haber establecido nuevos protocolos que hacen que las parroquias sean hoy lugares seguros para los niños y jóvenes.

Mons. Alfredo Espinoza centró su homilía en la solemnidad de los “ángeles custodios” y aseguró que todos los catequistas son “ángeles custodios” para todos los niños y jóvenes de nuestras parroquias.

“Rezamos de manera especial por ustedes, queridos catequistas, que también son miles, para que el Señor y la Virgen acompañen su misión de ser, y lo puedo decir con alegría, verdaderos “ángeles custodios” para cada niño y para cada adolescente. Hoy serán enviados en esta grande y delicada misión de ser catequistas, de colaborar en la educación de la fe”, agregó.

Por otro lado, pidió rezar por todos los niños y jóvenes que regresarán a la presencialidad a las parroquias “para que puedan ser encaminados, guiados y conducidos por un camino que los lleve al encuentro con el Señor y que les ayude a crecer en su fe”, detalló.

A los catequistas, Mons. Espinoza, les pidió “tener el corazón abierto” y poner en el centro de la misión de educar a niños y jóvenes, la vocación de la sencillez, de la docilidad, de escuchar, de dar consejos y de caminar juntos en esta nueva etapa que inicia la Iglesia que peregrina en Quito.

“¡Adelante queridos catequistas! Caminemos este camino juntos, con estas actitudes de escucha, de ser como niños. Caminemos guiados por nuestros ángeles custodios, como dice Francisco, «tenemos un ángel con nosotros, que nos protege, nos hace oír las cosas… escuchemos la voz de este compañero de nuestro viaje y podemos estar seguros que él nos llevará al final de nuestra vida con sus consejos». Y, seamos ángeles para los demás, guiando, enseñando y aconsejando”, concluyó.

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