Arquidiócesis
La Arquidiócesis de Quito se prepara para iniciar un nuevo Año Pastoral
José Colmenárez
Ante la aproximación de un nuevo Año Pastoral, los vicarios episcopales territoriales, los delegados y responsables de los ámbitos de pastoral de la Arquidiócesis de Quito, sostuvieron un encuentro en la Casa Sacerdotal del Sagrado Corazón de Jesús – La Armenia, el pasado 26 de agosto.
El encuentro estuvo presidido por el Arzobispo de Quito, Mons. Alfredo José Espinoza Mateus, sdb; y quien además estuvo acompañado por sus Obispos Auxiliares, Mons. Danilo Echeverría y Mons. David de la Torre, ss.cc.
Durante la asamblea se pudo “reflexionar, discernir y priorizar las líneas de acción pastoral para nuestra Arquidiócesis” con miras hacia el nuevo Año Pastoral que iniciará en el mes de septiembre.
De igual forma, cada delegado expuso un esquema centrado en la realidad social y pastoral que vive actualmente cada ámbito, al igual que, los nuevos desafíos en torno al Congreso Eucarístico Internacional Quito 2024; las líneas de acción para el nuevo periodo y otras actividades afines a la realidad que cada ámbito de pastoral desempeña.
Mons. Alfredo Espinoza animó a los delegados a continuar trabajando en el fortalecimiento de los ámbitos de pastoral y a seguir atendiendo el llamado del Papa Francisco de “ser una Iglesia en salida” y que sale a las calles al encuentro de los más necesitados y vulnerables.
“Es tiempo de mirar hacia adelante e ir juntos señalando un camino pastoral conjunto que nos mueva a todos y que señale metas comunes a conseguir”, apuntó.
Recalcó que tras su nombramiento como Arzobispo de Quito ha buscado siempre promover la “cercanía, la ternura y la acción misericordiosa” no sólo con sus sacerdotes sino también con los fieles.
Finalmente mencionó que la Iglesia en Quito ha hecho un buen camino sinodal; y junto a los sueños del Papa Francisco y los sueños que han señalado los Obispos del Ecuador, la Arquidiócesis podrá fijar algunas líneas de acción pastoral que permitan trazar otros sueños como la cercanía, el diálogo y la misericordia. “…Ustedes tienen la palabra, yo seguiré soñando, lo único que les pido es que sueñen conmigo y no me dejen solo en este sueño, quiero ser el pastor de esta Arquidiócesis y lo quiero ser de corazón, a pesar de mis errores, de mis pocas capacidades, pero sí con mi gran corazón”.