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Arquidiócesis

Mons. Luis Cabrera, nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana

Quito, 11 de noviembre de 2020

  • La 148ª Asamblea Plenaria del episcopado ecuatoriano renueva su directiva para el trienio 2020 – 2023.

  • La prevención de abusos, contrarrestar la corrupción y trabajar por la educación son algunas de las prioridades de la nueva directiva de la CEE

José Colmenárez.-

En el marco de la 148ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) que se celebró en el Centro de Formación Bethania en Quito del 09 al 11 de noviembre, ha sido elegida la nueva Junta Directiva para el periodo 2020 – 2023. Como cabeza estará el Arzobispo de Guayaquil, Mons. Luis Cabrera, ofm, quien sucederá a Mons. Eugenio Arellano, Obispo del Vicariato Apostólico de Esmeraldas.

Junto con Mons. Cabrera, los obispos ecuatorianos han elegido, como vicepresidente, al Arzobispo de Quito, Mons. Alfredo Espinoza, sdb, como secretario general al Obispo Auxiliar de Quito, Mons. David de la Torre, ss.cc, y como secretario general adjunto al P. Maximiliano Ordóñez, sacerdote de la Arquidiócesis de Quito.

Protocolos de prevención de abusos

En lo que refiere a los abusos sexuales y de poder, Mons. Luis Cabrera recalcó que la “Iglesia es muy clara y firme” y no tolerará nunca estos crímenes. Aseguró que la CEE actualmente trabaja en protocolos de prevención de abusos en los colegios, las parroquias y en todos aquellos espacios donde hay personas comprometidas con la Iglesia.  

“El abuso esta considerado un crimen que no puede quedar en la impunidad. Esa es la posición de la Iglesia y la mantendremos ahora más que nunca”, añadió.  

Programas de acción en contra de la corrupción

Mons. Cabrera destacó que los obispos han emprendido varias líneas de acción pastoral y en base a ello, han elaborado algunos “sueños” a nivel social, ecológico, cultural y eclesial. Recalcó que también afrontarán todos los problemas que vive el país a nivel social y político, entre ellos, la corrupción que todos los días gana terreno en Ecuador.

“Esto es un tema que tenemos que afrontarlo con mucha serenidad, seriedad y objetividad. Lógicamente eso nos compromete a elaborar programas de acción, de tal manera que vayamos fomentando lo contrario, valores como la honestidad, la unidad; valores como el respeto a lo ajeno y a la administración clara de los bienes que no nos corresponden a nosotros”, apuntó.

Invitaron a los políticos a escuchar y acompañar al pueblo

Mons. Cabrera invitó a quienes actualmente están en precampaña de cara a los próximos comicios electorales, a aprender a escuchar al pueblo; a escuchar la esperanza y a ponerse de lado de quienes sufren y de quienes menos tienen.

“hay que caminar, acompañar y ponerse de su lado (de la gente). No hacerlo desde las tarimas, desde los balcones o desde las redes sociales (…) si los candidatos no entran en el corazón de la gente poco o nada podrán hacer”.

Invitaron a cumplir las normas de bioseguridad frente a la pandemia del COVID-19

Por su parte, Mons. Alfredo Espinoza en lo que refiere el tema de la pandemia del COVID-19, añadió que los obispos han manifestado con claridad “que debemos cuidarnos y respetar todas las medidas de bioseguridad”.

Reconoció que actualmente en el país se vive una situación crítica “que obliga a la gente a salir, que obliga a la gente a buscar un pan para llevar a sus casas, pero, nos debemos de esforzar todos, en respetar las medidas de bioseguridad, como: el uso de mascarilla y cumplir el distanciamiento social”.

Comprometidos con la educación y los jóvenes

En cuanto al tema educativo Mons. Espinoza, detalló que los obispos siempre tendrán como punto fundamental la promoción de la educación en el país. Explicó que desde el ámbito de educación y cultura de la CEE trabajarán para seguir llevando adelante la misión educativa dentro de la Iglesia.

Finalmente agregó que la Iglesia cree y confía en los jóvenes. Recordó las palabas del Papa Francisco de que «los jóvenes no son ese futuro, sino que son esa Iglesia hoy, esa Iglesia presente hoy». Los invitó a soñar junto con la Iglesia por un mundo mejor, “sueñen en grande y no en pequeño queridos jóvenes”, concluyó.

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