Arquidiócesis
Solanda, una comunidad que promueve el amor de Dios a través de la solidaridad
José Colmenárez
La Parroquia San Ignacio de Loyola de Solanda, es para el Padre Dairo Romero, “una gran familia”, “una ciudad pequeña”; y donde sus moradores colaboran con todo aquel que necesita. Es una comunidad que tiende la mano al pobre y que vive lo que el Papa Francisco pide a la Iglesia: reconocer en la vida de los pobres a Jesús y en el anuncio del Evangelio.
El P. Dairo Romero, Vicario de Solanda, destacó que esa comunidad parroquial en colaboración con sus fieles, promueven el amor de Dios a través de Cáritas. Contó que desde hace al menos cuatro años la pastoral social ha desarrollado varias campañas que permiten ofrecer ayudas sociales a quien menos tienen.
Informó que actualmente Cáritas bajo la coordinación del párroco, el P. Juan Carlos Jiménez y junto a todos sus voluntarios, trabajan en el fortalecimiento y la promoción del “ropero parroquial” con el objetivo de obtener ingresos y con estos fondos, ofrecer herramientas y recursos a los más vulnerables, así como “promover la justicia y dignidad humana a través del trabajo social voluntario, potencializando los recursos existentes y el trabajo en conjunto”.
Destacó que, gracias a la generosidad y los aportes económicos de sus fieles, Cáritas entrega todos los meses fundas de comidas a 150 familias y actualmente, trabajan en la remodelación de un comedor y de una panadería comunitaria, con la finalidad de ofrecer a los adultos mayores alimentación.
A propósito de celebrarse este 14 de noviembre la Jornada Mundial de los Pobres, el P. Dairo Romero, pidió a los fieles a seguir apoyando estas iniciativas que buscan principalmente dignificar la vida de las personas y atender la invitación que hace el Papa Francisco de “no perder nunca de vista la oportunidad que se ofrece de hacer el bien”
“Nuestro objetivo es animar y sensibilizar a la comunidad a conocer e involucrarse en las distintas realidades existentes, a través de acciones que satisfagan las necesidades emergentes de los grupos de atención prioritaria y personas en condición de movilidad humana”, añadió.
Este año el Papa Francisco recuerda que, aunque la presencia de los pobres en medio de nosotros “es constante, no debe conducirnos a un acostumbramiento que se convierta en indiferencia, sino a involucrarnos en un compartir la vida que no admite delegaciones”.
El P. Dairo Romero, resaltó que las palabras del Papa Francisco con motivo a esta Jornada, toman mayor relevancia e invita a los fieles a tomar conciencia de la realidad que vive cada persona en situación de pobreza, exclusión y necesidad, especialmente ahora, que la Iglesia inició el camino sinodal ´Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión`.
Finalmente agregó que tender la mano a los más vulnerables significa también darles la oportunidad de tener participación y voz en la sinodalidad que el Papa Francisco pide a la Iglesia.