P Johny Xavier Hermida Marchán
Párroco de Espíritu Santo - San Bartolo
El mundo cambiante a veces genera vacío y tristeza. ¿Qué hacer con eso? Necesitamos volver a aprender a cantar.
Los extra curriculares, campamentos, las Apps del Celu nos enseñan técnica vocal, armonías, solfeo y demás, pero ya no hay quien nos enseñe a cantar.
El Alma de los juglares, la ternura de las abuelas, la pasión de los intérpretes ha sido reemplazada con la puntuación del karaoke o la perfección fría del auto tune. Pero… Necesitamos volver a aprender a cantar.
Cómo cantaban los Juglares, con la autoridad de la historia de las gentes, como las abuelas, con el peso enorme de la tradición familiar. Con la pasión de quien transmite un sentir popular en las tablas.
Nos hace falta recordar que tenemos corazón para cantar. Para soñar. Para construir el mundo y hacerlo mejor.
Nos hace falta re conectar con nuestra propia humanidad y hacer del mundo un sitio más bonito.
Ni la técnica ni la comunicación, ni los planes de datos lo harán por nosotros.
Vuelve los ojos a los tuyos. Mira a tus pequeños y enséñales a cantar a la vida, al amor, al cielo, al Señor.
Mira a tus mayores, acércate a ellos y deja que te enseñen a cantar.
Cuando hagamos de la existencia un canto, quizá la historia será diferente.
Cuando hagamos de la vida un canto quizá la realidad cambie.
Cada voz, cada corazón buscando la armonía que desde la diversidad de voces distintas no hacen bulla sino hacen de la humanidad un canto que alegra y que devuelve la esperanza.
Cuaresma. Tiempo de conversión. Tiempo para aprender a transformar la realidad un canto.